Los dueños de mascotas notamos cuando están en sus días finales de vida y tratamos de hacer de esos últimos momentos algo agradable, sin dolor. Nosotros podemos reconocer cuando nuestro gato está cerca de fallecer, pero ¿el felino también puede?
La ciencia pudo averiguar si los gatos saben cuándo su vida se está acabando. Veamos de qué manera y qué implica esto.
¿Puede un gato predecir cuando está por morir?
Comen menos, no juegan o prefieren quedarse echados sin realizar sus actividades favoritas: quienes tienen gatos como mascota saben muy bien cuando a su amigo se le están agotando las fuerzas, la cosa es saber si a él también le ocurre lo mismo.
Si bien existen diversas teorías sobre del tema, las más creíbles desde el punto de vista científico dicen que el gato no sabe que se acerca su muerte, pero sí que se siente mal y busca estar lo más cómodo posible.
El buscar comodidad puede explicar una de las conductas más comunes en un gato que está por morir: Hallar refugio en un lugar que le resulte cómodo, lejos de las luces y ruidos, por eso estos felinos suelen esconderse cuando su muerte se viene encima.
El gato se siente vulnerable cuando está débil y enfermo, por lo que esconderse es una respuesta natural en un animal, no importa que sea doméstico y reciba constante cariño por parte de sus amigos humanos.
No todos los gatos se esconden o cambian su comportamiento cuando están próximos a morir, ya que se trata de una conducta individual de cada gato, animales que no suelen seguir tantos patrones como los perros.
¿Por qué los gatos se comportan diferente al estar gravemente enfermos?
Duerme más, busca calor, no quiere comer o cuesta mucho que lo haga, deja de jugar, etc. No es una forma de esperar la muerte, sino que parte del comportamiento de los gatos. A diferencia de otros animales, los gatos viven el momento y no el futuro, por tanto buscan sentirse lo mejor posible de acuerdo a lo que están experimentando.
Un gato que está adolorido o se siente mal, no querrá comer o solo lo hará si le simplificas el proceso, buscará posiciones en las que el dolor sea menor y, obviamente, no seguirá comportándose como cuando está con su energía normal. De cierta manera, podemos considerar bueno que un gato no perciba que va a morir, sino que lo haga de forma cómoda y, si se puede, sin dolor.